Faltaste. Estuve a punto de ir sólo a Misa, porque tenía qué definirte, tenía que acercarme, para escuchar las palabras que me dieran luz o que me dejaran en una sombra pero lleno de tu luz, cualquiera que fuera tu respuesta habría ganado, porque no iba a desistir de ti, pero sí quería empezar a darle sentido a nuestra historia. Pero faltaste.
No llegabas y me hice muchas preguntas, qué habría significado que fuiste sola el fin de semana anterior, que cuando volteaba a despedirte con la mirada, volteaste hacia mí como con melancolía, como si fuera una despedida desesperada, sin saber qué hacer sin saber cómo gritar "Te amo, ven acá." Yo sentí lo mismo.
De los Aires que hemos hecho uno de los más hermosos y del que más me arrepiento y a la vez no, fue cuando te paraste a Comulgar, y volteabas con discreción, sabiendo que se agotaba la línea para Comulgar, y yo no me paraba porque quería verte, y eras la última en la fila, y veía cómo volteabas discretamente, no captaba la señal. de ven el lugar atrás de mi es para ti, y se acababa la fila y tú como desesperada esperando a que me formara, pero quería ver cómo te convertías en eterna, quería ver cómo Comulgabas a mi Señor, sabiendo que al verte así, mis miradas, sólo podrían estar llenas de Amor puro, no de deseo.
Tengo que tomar la dolorosa decisión de ir sólo a Misa, es decir sin mi mamá, sólo así podremos ser, sólo así podremos saber si eso que hemos sentido por años será para toda la eternidad. Por favor no faltes. Es tarde, iré a dormir.
(continuando)
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