Best if read listening to Music by: Electric Love by NIGHT TRAVELER
Llegó el día, el día supremo en el que el más hermoso Ser, nació de la más pura Virgen. Llegó la Noche Buena, llena de todo lo que ello conlleva, dulces, experimentos culinarios, comida tradicional, luces, un árbol con nacimiento pletórico de ilusiones, pirotecnia, ver a la familia que quizá no se frecuenta, ponernos al día, para los afortunados, regalos, esperanza, Amor, nueva ropa que estrenar, la ida a la Iglesia que puede cambiar en ese día, nuestra fé y destino, o quizá sólo la única Misa a la que se va al año, sólo por cumplir sin ningún efecto.
Sabía que no irías, o que habrías ido a otra hora, que aunque sabía que irías en otra hora, no quería coincidir contigo, para no tener que voltear hacia otro lado, para mejor olvidarte y no recibir tu mirada como lo hiciste en tu pasada ida a Misa, qué incómodo para él tener que ver que me ves, por qué ver si no puedes ver, me creerás que no te volteé a ver? me creerías? porque sabía que me veías? porque estabas sobre el pasillo en donde estaba sentado, regresaba a sentarne, era inevitable.
Sobre la cúpula que nos amamos, ahí mismo tendremos que despedirnos, sin que nadie se de cuenta de nuestra ausencia, mas que tú y yo, porque fuimos novios, de filamentos, de sombras, de aire, los mejores amantes son los que se quedan deseosos, impacientes por ese siguiente encuentro que nunca llegará, en esa cúpula, sonoro recinto que hace eco en la búsqueda del otro, amándose en el anonimato, como si fuera un Amor prohibido, un sentimiento que no debería estar ahí, el incómodo acompañamiento de los que cohabitan ese espacio, las miradas de nuestro amor, se ponen en aquellos momentos, en las que los demás no ponen atención, es una baile sincronizado, de tratar de coincidir en el momento justo en el que el otro observa. Y se dejan en sueños lo que debió ser, más que mares, más que copos de nieve, más que cocos en la arena; los regalos recibidos son indescriptibles tesoros, de valía infinita, esa mirada que se busca, en ángulos, en grados, en minutos, en distancia por milímetros, por los recobecos espacios accidentales para poder absorber a la Amada, en el tiempo que pasa y se consume, sin saber cuándo será el próximo encuentro.
En esa noche tan Magna y precisa, no estarías y no estuviste, en la cúpula llena de virtudes como lo fue la Noche Buena no estuvimos juntos, y así debía ser, sin buscar esos espacios tan preciosos y tan precisos; me voy de ti, pero te dejo en Él y en Ella, con el ojo siempre atento, vigilante, generoso, protector de San José el castísimo, así como el construyó la cúpula para que su familia, pasara la noche, así debemos construir la nuestra lejos de nosotros, la cúpula que nos unió, y en donde nos separamos. Cúpula de Amor.

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