sábado, 14 de junio de 2014

Open your eyes



Te capturo en mi retina,
entro en tu distancia,
te dejo entrar en la mía,
somos luz que se abraza,
pláticas de aire,
mi alma en ti se refresca.

Que haré cuando te vayas? qué haré sin tu voz por ejemplo... cuánto dejaré de ser sin ti, quizá si alguien dice algo, solo es algo, quizá mucho, pero tus palabras son singulares, las envuelves en caramelo rojo, las muerdo como manzanas, quizá olvido escucharte o responder aunque sea amablemente, tu sabes, pánico escénico, pero el sabor que surge de mi memoria -de eso que quizá no escuché o respondí- es dulce, rojísimo, las manzanas rojas caramelizadas, jamás quieres que se acaben, sin embargo, avanzas, sonríes, muerdes y sonríes más, y aunque todo acabe, te deja sonriendo, y la esperas pronto o tardado, pero siempre otra vez.

Qué haré si te vas? porque lo harás en 5. Todo está tan definido, que la espera será eterna, estos intangibles tan concretos, tan ciertos, tu aire, tu luz, el sabor que de ellos emanan, y por supuesto no te conozco, no conozco los tangibles que te hacen, y honestamente, tampoco quiero, no lo haré, no lo quiero, es mas, los rechazo, porque... porque... pues porque si ok? Y obvio para no quererte más, para no hacer ilusión sobre lo que no será, sobre lo que no puede ser.


Con prontitud aceleras todo, lo caramelizas. Y si no me sonrieras? anda no lo hagas, esconde tu sonrisa siempre, cúbrela con tus manos hermosas, mmm? también me gustan (fascinan) tus manos ay! pero tus manos, gentiles, trabajadoras, inquietas, supongo que suaves...


Nuestra posibilidad, como brisa, como retina cautivada, como sonrisas caramelo, como renovar siempre todo, cuando te veo en nuestra distancia.




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