martes, 27 de diciembre de 2011

Prontitud sonora.

Que se rompa este destino atado al in-destino de ambos. No siento porque mi ser o la mitad de el murió, con la inconsistencia de tu amor, o cariño, o afecto, la cosa esa que me profesaste. Ya no siento…… mi insensibilidad será eterna por el momento, porque si algo he aprendido, es a perderte, en Monica, en Diana, en Karla y ahora en ti, aunque reconozco que perderte a ti, es algo de lo que jamás mi cuerpo y alma podrán recuperarse. Fuiste tanto, y a pesar de serlo tu exigencia por tu anonimato, por la permanencia de tu nombre sin el mío, mi humillación es que públicamente no podré nombrarte jamás. Eres mi sustancia, in-sustancia; mi nombre, sin nombre; mi mano sin mano; mi temperatura sin nada, mi todo sin la otra mitad.
Mis manos te odian, te extrañan; te claman, te exilian; te besan, sin ti; te rompen y te pegan; mis manos que moldeaban todo lo que eres, eras, ahora no sirven. Antes admirabas su grosor, su tenacidad, la persistencia constante por tu pasión apasionada, expertas en ti, y hasta sus lunares únicos, ahora son públicos, donde antes tu nombre tatuado estaba. Me chocan las frases como esta última, tan hechesitas, tan comerciales, pero así se sienten mis manos, porque ahora tu cuerpo es envidiado por otro par, ahora somos cuatro, o al menos eso parece.
Sabes algo? Todas las fotos, como 1200, los videos pocos pero sustanciosos, los hice por si mi eternidad en el olvido se fraguaba, tendría tus fundamentales, tus risas, porque tienes varias, tu mirada, de enojo, de alegría, frustración, alegría, sexy-hermosa, y por supuesto tu voz, cantando, o buscándome, o hablándolo todo. Por su supuesto tu luminosidad cuando me veía. Por eso permanecí tanto tiempo aquí sabes, a pesar de todo; tus palabras perfectas y tus ojos compitiendo con ellas, para que los recordase mas que cualquier frase celebre; yo era para ti espectacular, porque al principio para ti, era inmejorable (salvo los celos) era sensacional.
Hoy, cambió todo. Hoy no somos, y eso me tiene profundamente triste. Jamás seré el mismo después de ti. Fuiste los 2 meses 22 días más llenos de mi vida. Te voy a esperar por si decides regresar. Y quizá mi conciencia te niegue, pero mi ser y mi alma no; te esperé toda la vida, así como para que te olvide con tanta celeridad y el resto de lo que queda de nosotros se apague con prontitud, nada es acelerado, el amor se fragua, quizá no para esta vida, sino la otra, la del cielo, ahí podremos retomar lo que dejamos hoy; así es que, quizá, más adelante volvamos. Adiós mi vida, mi reina, mi cielo, mi amor, mi nena, mi baby, mi corazón, mi ser, mi otra mitad. En definitivo mi gota hermosa, mi oruga de maiz, viento de azúcar, mi miel de agua.