Y cuándo desaparezcamos sabremos que no existimos, porque ya no regresas, ya no estás; quizá quedan las copas medio vacías, la botella en el piso con un vino dando sus últimos respiros,
Y cuando desaparezcamos, quedarán sábanas blancas de vestigios, una puerta entre abierta que lleva a la tina, con vapores pegados en el espejo, y gotas escurridas, de diferentes humedades,
Y cuando desaparezcamos cesarán los helados, las pelis, y los tiempos que construimos de fin en fin, entre manos y labios abrazados,
Pero cuando existimos, fuimos mucho más que eso, ya no regresarás a nuestra Iglesia, y temblarán nuestras almas a la distancia, por sentirse incompletas, y ya no tendré que voltear hacia atrás, o hacia adelante, o intentar encontrarte hasta el otro lado, mientras te debates Amarme o no, porque ya no llegarás.
Quizá, nunca despareceremos, como nunca fuimos ni gotas, ni tiempos, ni abrazos, ni palabras ni silencios, y muchos menos besos ni abrazos ni copas.
Pero sí fuimos Amor, Amor.
sí fuimos Tú y Yo, iu and i, como no lo serán ni ustedes ni ellos, sino nosotros.
sí fuimos esperanza semanal,
sí fuimos el mejor Amor jamás realizado, el que pulsa, canta, respira, se alimenta, de los Amores, los nuestros, los mejor gestionados.
Pasaremos. De aquí a allá, sin ser y sin dejar de ser, pasaremos.
Y tu ausencia la resuelvo con memoria, de formar tu carita preciosa, con los ojos de aquella, con los labios de esta, y tu alma de nadie.
Pasaremos, de la nada a la nada,
porque estamos en el amor Amor.
Pasaremos de la memoria, a la costumbre,
porque sin presencia las memorias se estancan, y se convierten en hábito que desahabita por la presencia de la pérdida de memoria.
Pasaremos.