lunes, 2 de febrero de 2015

Llegar a una vida...

Qué hermoso llegar a ti, qué hermosa tu insistencia, en tus abrazos, en tus labios rosados, casi obsesivos por poseerse, como si hubieses olvidado quién eres, e insistieras en recordárselo a tu poseedor, quieres mi huella, persistes en saberme tuyo y tú mía, es tierna tu bienvenida cuando realmente juré por siempre hacer de nosotros, nuestro todo… cuando me recibes te me das, tú, entregada, yo en mi aparente conquista, dejas de ser tú, comienzo a ser tuyo, y terminamos siendo nosotros. 

Sabes algo? me gusta que me recibas, que me conquistes, pareciera que en cada encuentro tuvieras necesidad por reconquistarme, como recordándome el camino, como si quizá ya me hayas perdido, me gusta cuando tu alma encarnada me susurra cariño, hay algo en tus palabras que provoca mi cuerpo, otras que nutren mi alma… me gusta que me cocines algo delicioso, mientras te abrazo por lo espalda, retire tu cabello del cuello mientras aspiro su olor, afirmando que te amo con tu bebida favorita, y diciendo, deja te ayudo platícame cómo fue tu día. 

Eres tan prodigiosa en tus encantos que no sé por dónde empezarte, si por tus labios arropando besos, para ser desnudados; por tu risa, filantrópica, generosa, traviesa, conquistándome, conquistando lo ya conquistado, o por tu parte intelectual compleja, y a la vez simple, serena, curiosa, articulada… eres mi día, yo quiero ser tus manecillas, para que las repartas conmigo, que me cuentes, que esté en tus planes de 7 de la noche a las 2 de la mañana, y que te falten muchos planes por hacer, porque al día siguiente quiero ser mejor, para darme siempre en mi totalidad y que sea para ti encanto, que yo aporte para ti, sólo felicidad…

… y cuando sólo sea una llamada ó varios mensajes, o la distancia sea inevitable, que nuestra distancia acumule necesidad, pasión y gloria, que sepamos los dos que nos necesitamos para platicarnos, y compartirnos… quizá metidos en nuestra cobija favorita, con tus calcetines calientitos, los que ocupas para dormir, yo preparando palomitas, poner una súper peli, y que platiquemos, nos besemos, pensando qué fortuna la mía por tenerte, mi cuerpo y alma, hoy, descansan.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario